Los mirlos y las urracas

ANTECEDENTES

Es 4 de marzo de 2019 y tengo una crisis de ansiedad. Sus efectos suponen el caldo de cultivo de lo que acontece después en Bilbo durante el curso de formación en terapia Gestalt. Las palabras clave son NIDO, CONSTRUIR, MAMÁ e INFANCIA, constructos a los que he estado llorando 2 semanas en una Odisea hacia la Divina Comedia.

Bien. Ese mismo día, Iñigo González de la Fuente, ilustre antropólogo social y cultural, me envía un fragmento de Bob Esponja en el que Arenita llora desconsolada porque quiere irse a su puta casa. Durante esa semana de transición y viraje hacia la consciencia Ángela Miranda me envía una imagen del limonero en el que un mirlo ha hecho una "casita" y depositado 5 huevos. 

ESTADO DE LA CUESTIÓN

Viajo y bajo en latitud y subo en altitud hacia Extremadura. Cambio de estación. Microclima mediterráneo. Descubro que lejos de ser todo paz y concordia  también los mirlos en estado de buena esperanza tienen su depredador: la urraca ( La Gazza Ladra  de Rossini suena ahora). Los polluelos son protegidos por sus progenitores, alertas en todo momento de la aparición de las urracas. Han elegido nuestro limonero, forman parte del clan y Miguel Pozo está dispuesto a pegar un perdigonazo con la escopeta a los córvidos. Mª Isabel Pozo Miranda está embaraza y vive con angustia la posible degustación de los polluelos... Lecturas de realidad. Y a mí la justicia se me escurre... creo que el limonero per se brinda una grandísima protección estructural... aun así he estado haciendo aspavientos todo el fin de semana y he lanzado nueces a Pica Pica (quiero hacerme la listilla taxonómica). 

CONCLUSIONES

Soy una sujeto política con sesgo emocional, es inevitable. 

Soy predadora ante la necesidad.

Consciente de mis limitaciones me estoy trabajando la forma en que me relaciono y reconstruyendo mi identidad.

CONTRADICCIÓN 

Pensé en el nido y no en raíces, supongo que quiero seguir en las alturas.

Antes de ser un animal prefiero encarnar una brizna de hierba